San Francisco. Vuelta en bici.

No nos levantamos muy pronto, tampoco muy tarde. Así que desayunamos tranquilamente. Miramos las opciones para hacer una excursión, y tras preguntar a Robito, el recepcionista (tienen turnos semanales o algo así). Así que nos recomendó dar una vuelta en bici por el Golden Gate, ir al pueblo que está al otro lado y volver en Ferry. Pues tiene buena pinta. Además por llevar la publicidad que tienen en el Hostel hacen un pequeño descuento.

Fuimos andando a la tienda, y de paso preguntamos en otra a ver qué precio tenían. No lo pudieron mejorar, así que nada. Si vais a San Francisco os recomiendo este tour. Pensaréis que es un infierno porque San Francisco tiene muchas cuestas, pero desde dónde alquilas las bicis hasta el puente es un paseo. En la tienda nos enseñan un vídeo con el recorrido en plan rápido, supongo que lo hacen por alguna ley federal por la cual no prohiben darte una vuelta en una bici alquilada sin conocer primero la ruta...  o algo así.

El caso es que salimos con las bicis, y no me preguntéis porqué, pero me empezó a entrar la risa al silbar "Verano Azul". Pasamos por una de las zonas del puerto que está lleno de tiendas, y restaurantes, tenía mucha vida y un paseo bastante bonito. Logramos pasar sin atropellar a nadie. Parecía que regalaban algo.




Un poco más adelante se terminaba la carretera, pero seguía un camino paralelo y se llega a una zona protegida, con playa, a la que no se puede ir con perros ni se puede acampar. No hacía mal tiempo, pero no vi a nadie bañándose.







Seguimos y un poco más adelante hay un malecón en el que había gente pescando.




No estoy metiendo tripa. ¡¡NO ESTOY METIENDO TRIPA!!
Es la zona que se llama Presidio y llegamos a lo que da nombre a la zona, que está bonito, pero luego hay que volver hacia atrás en el camino y subir una cuesta interesante, antes de subir al Golden Gate.


El puente es realmente grande, pero sobre todo es muy ruidoso, tiene mucho tráfico, y eso que es de pago. A mitad paramos. Por suerte. La vista es increíble.





Seguimos hasta el final del puente y por suerte empezaba una zona de bajada, engañosa, porque luego volvía a subir. Yo ya estaba sudando la gota gorda. Había un poco de niebla.





Por suerte luego nos esperaba una magnífica cuesta abajo, hasta el pueblo llamado Sausalito, así tal cual. Nombre gracioso donde los haya. El caso es que el pueblo este se veía que era de pasta. Paramos en un súper, y compramos algo de comida sana: humus, unas manzanas, pan de aceite y una botella de vino.Ya serían las tres cuando empezamos a comer en un parque al lado del puerto deportivo, el caso es que se estaba la mar de a gusto.

En cierto momento y después de rechazar de plano volver en bici, no hizo falta hacer mucha presión por mi parte, preguntamos cuando salía el ferry, y nos dijeron que el último salía en 2 minutos. What? Corrimos hasta las bicis, y entramos. Había un cartel que decía que no se podían ir por la pasarela montado, Enrico no lo vio y uno de los que controlaban le echó una bronca como si estuviera violando una ley federal o algo así. Éramos los últimos y no podía atropellar a nadie, pero ya sabéis cómo se pone alguna gente cuando no se respetan las normas, lo hemos visto en las pelis, hay mucho de esto. Pidió perdón y entramos en el Ferry. Dejamos las bicis en el aparcamiento para bicis del ferry. La verdad es que mola mucho que mimen tanto al ciclista.

El paseo en ferry merece la pena. La vista de Sausalito es increíble, y con niebla más.




Este es Enrico.



Me dio tiempo a hacer de lo mío.



Y alguna foto me dio tiempo a hacer.




Se pasa cerca de Alcatraz..



Después de bajar, fuimos a dejar las bicis. La empresa a la que alquilamos las bicis tenía un par de tiendas en San Francisco y una central de recogida que cerraban más tarde. No sé a quien se le ocurrió la feliz idea de poner la central en mitad de una cuesta... de una cuesta de San Francisco. Total que después de bajar del ferry hasta la central sólo son 10 minutos escasos, pero llegué como si hubiera hecho el Tour de Francia. Lo bueno es que te recibe un montón de gente gritando y aplaudiendo al estilo americano, como si realmente hubieras terminado el Tour de Francia. La verdad es que anima todo hay que decirlo.

Volvimos dando un paseo hasta el hostel para darnos una duchita y cenar algo. Marcus, uno de los miembros del hostel (brasileño, con barba y tatuajes hipster, calmado, gracioso un tipo realmente interesante), nos propuso ir a comprar comida a una pequeña tienda turca, y luego acompañarlo de unas cervezas, compradas, esta vez sí, en el "Deli" de la vuelta de la esquina. Antes de que saliéramos se unió al grupo Shudakhara, al que recibimos con los brazos abiertos. La comida estaba muy rica y las cervezas mucho más.

Compramos 12 cervezas de tercio y pasamos el resto de la noche hablando y bebiendo cervezas. Tocamos a 3 cada uno, y yo con 2 ya tuve suficiente.

Ciao.

Primer día (y noche) en San Francisco

El hostel se encuentra, como ya os he dicho, en la calle Sacramento, que es uno de los límites de Chinatown. Curiosamente no se ven muchos chinos más allá de esta calle. No sé cuáles son los límites por los otros lados, pero por este es más que evidente. La diferencia entre una calle normal de San Francisco y una de Chinatown, es más que evidente.

La comunidad china vive en la calle y eso, para qué negarlo, me gusta. Las calles por la mañana estaban atestadas de gente que iban de un lado para otro. Las fruterías ocupan media calle y todo a tu alrededor es un ruido constante, porque los chinos son muy ruidosos.

No me preguntéis por qué, pero salí sin la cámara. El caso es que me dí una vuelta por los alrededores, sobre todo el Chinatown. También di una vuelta por un mercado que tienen en uno de los muelles. Un poco pijo, para qué nos vamos a engañar. Hacía buena temperatura, y San Francisco es para pasearla con calma y básicamente eso hice.

Sobre las 5 volví al hostel. Estaba en la sala principal cuando entra por la puerta un chaval de unos dos metros de alto, delgado y con rastas. Total que se pone a hablar con la chica australiana de recpción. Se llama Enrico, es italiano y trabaja en Oaxaca... cómo? Me meto en la conversación. Mi hermana trabaja en Oaxaca. No mames guey!! JAJAJA.

Al parecer trabaja en un pueblecito de Oaxaca en las montañas. Ayuda a la gente del lugar con los cultivos. Vive con una comunidad de alemanes y todos se dedican a lo mismo. Es de esa gente que le gusta abiertas y socializadoras que en seguida hacen grupo. Propone hacer algo de pasta para compartir y cenar. Oki. Yo propongo hacer... una tortilla de patatas. Estupendo, entre la tortilla y la pasta tenemos una cena estupenda.

Coincide además que se "aloja" en el mismo cuarto que el mío. Así que hablamos un rato más antes de ir a por la comida. Le comento que el otro compañero de cuarto Shudakara, es un indio muy amable.

No recuerdo a qué hora es la cena, pero tengo que salir a comprar, porque no hay nada de nada, excepto sal. Me indican una tienda en la que me cuentan que tienen de todo. Insisto con el tema del aceite de oliva, porque no es baladí, y me huelo que no lo van a tener. Está a la vuelta de la esquina. OK. Estupendo. Allá que voy.

Voy y no tienen nada de lo necesario, dudo si realmente es la tienda que me han dicho porque prácticamente sólo venden alcohol, aperitivos, tabaco y chicles. Así que voy a dar una vuelta donde he visto que sí tienen de todo. En el mercado pijo del puerto.

Allá que voy. Doy una vuelta primeramente para ver qué tiendas hay. Descubro que hay una tienda que sólo venden aceite de Oliva. Allá que voy. Hay una señora que te "vende el producto", paso un poco de ella, sólo estoy mirando. Intento descifrar por las etiquetas algo parecido a aceite de oliva virgen de 1º. Nada, total que pregunto, y como no quiero que me dé la chapa, voy y le digo (un poco chulo sí, para qué engañarnos). Soy español, sé de aceite y quisiera saber si tienen alguno... nada no me entienden (y eso que creía que mi inglés había mejorado). Un minuto después, pruebo uno que tienen con un trocito de pan. Agarro el pan, lo mojo en el aceite y ... agua. Pura agua. Sin sabor. La vendedora me recuerda que para el pan hay unos palillos. Ups!. Sorry.

Encuentro otra tienda, que no tienen vendedora, pero que tienen el aceite en unas botellas preciosas, incluso con sabores. ?Con sabores? Soy de la opinión que el aceite de oliva tiene que saber a aceite de oliva. Además es para una tortilla, no para una ensalada.

Un poco más adelante veo un "súper" alternativo, ecológico, verde, y caro. Pero tienen de todo. Hago la compra y regreso.

Regreso al Hostel. Enrico ya está allí. Shudakara aún no ha llegado. Este tío trabaja un montón. Me comentan algo de salir esta noche. Al parecer hay un encuentro de hostels y nos llevan por diferentes bares para tomar unas cervezas y conocer gente. Lo mejor es que iremos a pie. Pues nada ya tengo plan para la noche.

La tortilla, para qué negarlo, estaba bastante decente. Enrico hizo unos macarrones con salsa de pesto que estaban deliciosos, para qué negarlo. No quedó nada. Por suerte Shudakhara llegó a tiempo de probarlo todo, pero ya eran como las 8. Le comenté que trabajar tanto no le iba sentar bien. Me dijo que lo sabía y que de hecho intenta salir a tiempo. Por la cara que puso y dado que lleva miu poco tiempo en la empresa, me da que no lo va a hacer durante un tiempo. Se ve que está muy comprometido con la empresa. Tiene mujer y dos hijos y no

A eso de las 9 salimos unos cuantos para el primer bar. Estaba bien animado. Allí pagamos 10 dólares y nos marcaron con un sello en la mano. El bar estaba a reventar, pero bueno, para hablar sólo necesitas alzar la voz y una cerveza. Yo me tomé dos. La segunda al trago puesto que la pedí, sin saber, dos minutos antes de salir al siguiente bar.

En el siguiente bar, que estaba casi vacío hasta que llegamos (éramos unos 20), era de esos bien oscuros, pero con buena música. Allí conocimos a unos indios que trabajaban en Chile, y no recuerdo porqué andaban en San Francisco, otro era un italiano que decía que tenía una empresa o que la había tenido. Un poco chuleta, pero gracioso. Luego fuimos a un tercer bar, pero ya apenas recuerdo nada, lo mismo ya

 Nos fuimos de los primeros. Acompañamos a una chica india a su hostel y nos regresamos. Dimos una vuelta bien larga para llegar al hostel de ella, luego la vuelta fue en 20 minutos.

A la vuelta, hablando con Enrico acordamos hacer algo el día siguiente. Decidimos mirar las excursiones que había. Yo tenía ganas de ir Yosemite y vi que que en el hostel tenían folletos.

Pero eso os lo cuento mañana (lo prommeto).

Ciao.

PD: En la siguiente hay fotos y os aseguro que muchas. ;)