Viaje, llegada y primer día en San Diego

Levantarse a las 3 y media de la mañana para salir de viaje, no se puede compensar con nada, ni siquiera el hecho de que la parada esté a poco más de 15 minutos del hostel. El viaje lo hago con Enrico, él se queda un poco antes de San Diego en Ensenida, así como suena. La parada es casi, no, es literalmente en mitad de la calle. El viaje es una mezcla de tren y autobús, que tiene pinta de ser muy "divertido".

Ahí estamos esperando, con la duda de si es la parada o no, guiándonos por el google maps y su precisión (y eso que estamos en San Francisco). Después de cruzar de acera varias veces, encontramos la parada, oculta a dos metros de una parada de tranvía, un poste con un pequeño símbolo de Amtrak. Ahí nos quedamos. Por suerte la parada del tranvía tiene publicidad de la nueva Surface,  la puedes tocar y hacer el moñas, pero no mucho.

Nos subimos con las legañas reclamando de nuevo su espacio. Al cabo de un rato, largo, llegamos a la parada del tren de no sé dónde. Mi memoria a estas alturas falla mucho, y estaba bastante dormido. Enrico por suerte está atento y me guía por los sitios. Le dejo hacer, no sólo porque su inglés es mejor, sino porque su oído es mejor aún.

Nos cuesta un poco encontrar un sitio en el PRIMER tren, sí, porque aquí los trenes directos son los que van de Este a Oeste y viceversa. Los que van de Norte a Sur, son combinados. Se ve que los americanos una vez conquistado el Oeste con el tren se cansaron de hacer vías y lo apañaron a caballo.

Paramos cerca de Los Ángeles a la hora de la comida, y bajo mi recomendación comemos en un Subway, que te hacen el bocata delante tuyo y puedes elegir que no le pongan carne, si eres vegano, como Enrico.

Notamos mucho el cambio de temperatura de San Francisco a Los Ángeles. Hace sin duda más calor, y se nota mucho más la humedad. Pero bueno, pienso con ilusión que podré usar de nuevo los pantalones cortos.

En cierto tren, los únicos asientos libres son los que tienen una mesa en medio, esos que en España salen más baratos porque son de compartir. El caso es que Enrico, se pone a hablar con un señor de color ya entrado en años y que sea ayuda al andar con un bastón, y entre las conversaciones nos cuenta una forma de hacer el pavo de Thanksgiving, y consiste en tener una freidora de tamaño industrial, o un bidón de metal limpio, llenarlo de aceite, calentarlo,  meter el pavo y freirlo durante un buen rato. Nos comenta que está muy rico, pero que es una bomba de colesterol. Ni Enrico ni yo salimos del asombro en un buen rato. Un pavo frito entero!! ENTERO!!! Viva la cocina americana!!

La hora estimada en llegar son como las 6 y algo a San Diego, pero a eso de las 4 Enrico se baja en Ensenida. Un gran tipo Enrico. Le voy a echar de menos en San Diego.

Llegué a San Diego más o menos a la hora indicada, la parada estaba bastante cerca del hostel, pero la media hora andando no me la quitó nadie. Por suepuesto ya era de noche, y la verdad es que el ambiente que veía estaba animado, las calles limpias y la gente disfrutando.

Llegaba a San Diego animado de verdad, con ganas de seguir disfrutando como en Seattle y en San Francisco. Inicialmente sólo había reservado para tres días, pero al llegar lo amplié hasta los 8 días que iban a estar en San Diego. No tuve problemas.

Este hostel era con diferencia el más grande de todos. Tenía dos plantas bien hermosas y la recepción abajo que sólo ocupaba la recepción y el ascensor. Curiosamente tenían unas escaleras que si las bajabas no salías por la puerta principal, eran las de emergencia. Aunque para subir y bajar de la planta 2 a la 3 valían. No me di cuenta al principio, pero el personal de este hostel no era tan animado como los dos anteriores, y eso se nota en un hostel. También es cierto que al pertenecer a una cadena de hostel (creo que son independientes cada uno, pero tienen normas comunes), el personal no anda muy animado, hacen correctamente su trabajo pero no se implican mucho con el bienestar de la gente. Luego descubrí uno de los motivos, pero eso sucede un poco más tarde.

Me dieron habitación en la planta 2, no era del tipo más barato (porque ya no quedaban). Al llegar me encuentro con un par de chavales de unos 20 años, que parace que han venido a un congreso de algo para buscar trabajo. Seguro que eran recién licenciados o algo así.

A uno de ellos sólo le ví tumbado en la cama en todo el tiempo, cuando estaba en la habitación. Dormía con el portátil al lado. El otro era más normal y hasta hablaba, y salía y hacía cosas además de buscar trabajo por las mañanas.

Dejé mis cosas, me di una ducha y salí a dar una vuelta y comer algo. La primera impresión de San Diego es buena. Al menos de la zona en la que estaba. Aceras grandes, limpias, no mucho tráfico, buen ambiente... pero después de un rato, la verdad es que le faltaba algo. Puede ser que San Francisco me gustó mucho y San Diego, creo que no está a la misma altura. San Francisco tiene su algo especial, pero San Diego, es bonita, pero es plana.

Creo que compré algo de comer en un restaurante cercano y regresé al hostel. Estaba vacío. No había nadie en la sala común. Y eso que tienen un billar (de los que no necesitan dinero) y un par de máquinas, una de ellas con el StreetFighter II. Aprovecho para subir fotos mientras me juego un par de partidas al billar... sólo.

A la mañana siguiente, me levanté con ganas. Desayuné en el mismo hostel, no estaba mal el desayuno, la verdad, un poco básico, pero bien. Me extrañó que el personal de recepción no estuviera controlando/gestionando el desayuno, y sí estaban una señoras mexicanas que también eran las encargadas de limpiar las habitaciones. Todo bien raro.

Termino de desayunar y pregunto en recepción qué hay cerca para ver. Me dicen que el parque Balboa que queda como a media hora andando. Ok. allá que voy.

Salgo del hostel y voy en dirección al parque. Hace un buen día, pero no me he levantado nada pronto, y ya hace calor. La ciudad pinta bonita.



Esta es más o menos la entrada al parque. Es enorme.


Los americanos no dejarán de sorprenderme, sí, tienen pistas especiales para jugar a la HERRADURA!!


Ahí es dónde me dirijo, a una iglesia.


Los practicantes del juego.


Otra sorpresa, los aviones¿Porqué vuelan tan bajo? ¿Dónde queda el aeropuerto? y lo más inquietante, ¿Por qué atraviesan zonas habitadas?


Ya entrando en los recintos que tienen dentro del parque, nada más entrar te encuentras esto.



Que por suerte no es una iglesia, es un museo. La influencia española es clara. Obvio por que el parque se llama Balboa, y no precisamente por el personaje de Stallone, sino por Núñez de Balboa. Lo que me está bien claro es que lo tienen todo muy bien cuidado. Estos americanos saben que lo que  genera dinero merece la pena cuidarlo. Todo está muy limpio y parece nuevo, de hecho, es posible que lo hayan restaurado hace poco. La verdad es que parece "demasiado nuevo".



Un poco más adelante hay unos jardines bien bonitos, muy bien cuidados. Había una familia con un bebé al que le estaban haciendo fotos y todo. Lo mejor de todo es que en general no hay mucha gente. Que sea un día entre diario y que no haya fiestas cerca influye, porque creo que este parque se tiene que petar pero bien los fines de semana.




Sigo en camino y me encuentro una gran plaza en la que hay varios edificios, varios son museos. Esto me parece una buena idea, tener una zona de recreo que mezcle también museos, jardines, etc. Cierto es que también hay un zoológico, el conocido Zoológico de San Diego, famoso por la serie los Pingüinos de Madagascar, porque siempre se refieren a este zoológico como uno de los mejores. El caso es que, en general, no me gustan los zoológicos, así que no entraré.









Más adelante y cerca de la autopista de tres carriles que atraviesa el parque hay un jardín de cactus, con muchas variedades. Ví un colobrí así que me quedé un rato muy atento. El parque tenía esta pinta.






Sí, le hice foto al esquivo colibrí.













Después de sufrir un rato el Sol, y sin el colibrí a la vista, decidí refugiarme a la sombra y buscar algo de agua. Hay una tienda grande, y puesto que hay fuentes, me decidí finalmente por comerme un helado. Nada del otro mundo, pero estupendo en ese momento.

Cerca de esta fuente, que en un momento se llenó de niños, disfruté de la sombra y un helado.
Volví un poco sobre mis pasos y me fui en dirección al zoológico, sin saber que iba en esa dirección. De camino te encuentras con este edificio con una de las fachadas más bonitas del parque.


Lo mejor, es que el Cascanueces estaba inerpretado por estudiantes.
En esta plaza, con la estatua a una torera, ninguna en particular, se congregaban unos cuantos artistas de diferentes ramas. No vi nada que mereciera la pena.


La entrada al Zoo de San Diego, preparado para la Navidad. Sólo recuerdo que era muy caro.
Seguí dando una vuelta en la misma dirección, había cosas bonitas, pero el parque a partir de cierto punto, sufría una transformación.


De repente dejas el parque y te encuetras con una calle. Bueno no parece muy grande el parque entonces. El caso es que seguí, calle Pardo hasta el final, y me encuentro con que al final hay señalización del parque indicando rutas.









Di una vuelta, y me encontré con lo que habéis visto, una iglesia, coches chulos, un barrio entero... Había dado una vuelta grande por las entre las calles del barrio. Un barrio caro, obviamente, con chalecitos americanos, que si bien no son grandes, casi todos están muy bien cuidados. Estaba dando una vuelta
cuan vi a un cartero y como había dado varias vueltas le pregunté dónde quedaba el parque, sólo por asegurar porque tenía más o menos claro, la dirección. Me dice que donde estamos es el parque Balboa, todo esto? En serio? Ahora entiendo la publicidad, típica americana, que dice que el parque Balboa es el más grande de la costa sudeste de USA, pero tampoco es para tanto ya que en todos los lugares a los que he ido en USA todos tenían el "algo" más grande de la zona "la que sea" o del país y cosas por el estilo.

El parque por lo visto incluye, una autopista de varios carriles, colegios, un barrio entero con su iglesia, su colegio, sus tiendas etc, los museos y todo lo que le tenga a bien incluir. Es como si del retiro le añadimos todo el barrio de Salamanca y nos quedamos tan anchos. Al tema, después de un rato regreso sobre mis pasos, porque aún es pronto y tengo hambre, y en el barrio no veo ninguna tienda ni nada, pero en dentro del parque sí. De camino...


Siento cierta debilidad por los coches americanos de los 80 y 90, será que me recuerdan al Equipo-A. 


No sé en qué torero se inspiró el artista para esta escultura, pero tengo claro que uno de la vida real no es. Apuesto por un videojuego, japonés para ser exactos.


¡No se asusten! Es de mentira.... :/

La entrada al Museo de Ciencia estaba vigilado por este maravilloso árbol.


Comí en un lugar cercano, sólo recuerdo que fue algo con pollo, una pita o algo así. El caso es que me animé a entrar al museo, ya no quería caminar mucho, por suerte el museo no es muy grande. La pena es que tenían una sección de Egipto que pintaba muy bien, pero el suplemento que había que pagar me pareció excesivo. Además en los últimos años he visitado un par de exposiciones de Egipto que estaban realmente bien, sobre todo la de los Tesoros, increíble.

Nada más entrar te encuentras esto:


Que como véis, no sólo te da la bienvenida, sino que te felicita la Navidad. No molaría ni nada que en vez de renos tirando del carro de Santa fuera una pareja de T-rex... todo muy normal y navideño y muy adecuado para los niños. El museo tenía varias plantas. Sé que mis sobrimos disfrutarían mucho este museo, en especial Ismael, además está muy orientado a los niños y es bastante interactivo. Os pongo un resúmen con fotos comentadas.

El esqueleto de un Mamut.

Como el T-Rex de la entrada pero con piel.

Un bonito escualo, medía como 5 metros y estaba colgado.

Cráneo de una Morsa, así de cerca impresiona.

De los pocos animales vivos que tenían. 

Creaneo de una ballena azul, alucinante.

No recuerdo el nombre de este, seguro que Ismael puede decírmelo.

Tenían un péndulo bien hermoso, que iba tirando los diferentes arbolitos de navidad. Esto es para demostrar que la tierra gira, creo recordar.
La última planta estaba dedicada a los cráneos de diferentes especies. En este caso n cráneo humano y los de sus primos los monos, de diferentes tipos.
Salgo del museo, y me encuentro con esta preciosidad:

Vale, sí, no había cambiado el balance de blancos de la cámara y lo peor de todo es que no me di cuenta en ese momento, así que no hay una toma buena.
Como ya empezaba a atardecer, y llevaba unas cuantas horas y ya era uno con mi ropa, pues decidí salir del parque y darlo por visitado. 



No es un efecto raro de la cámara, es que lo iluminaban con Leds que cambiaban de color.

La autopista que atraviesa el parque es tal que así.

Esta parte la pasas desde un puente bien bonito, y cuando lo estoy cruzando, me quedo atontado por que pasa un avión y se ve así de bonito.

Pasaban realmente cerca. Pero no había mucha luz.

Esta foto me gusta mucho.

Ya empezaba a caer el sol.

Forzando un poco la cámara.

Ya era Navidad. Algunos son así de exagerados, no me quiero imaginar cuánto paga de luz en Navidad. 

Con un poco menos de ruido, sería estupendo. Sigo aprendiendo.


Después llegué al hostel, me di una ducha. Y volví a salir a dar una vuelta hasta que me entrara hambre. Era de noche, sí, pero aquí tienen bien las horas y anochece pronto. Por la noche refrescaba un poco, pero tampoco mucho. Sólo esperaba que los chavales de la habitación no hicieran mucho ruido, porque cuando llegué después de cenar no estaban. Se me hacía muy raro que el hostel fuera tan silencioso, había gente muy rara, y cuando digo rara, digo rara de verdad.

Ciao.