Descubriendo San Francisco.

Estoy teniendo suerte con el tiempo  en San Francisco. Si bien no hace mucho calor, al menos se puede ir en pantalón corto y camisa de manga corta. Por la noche refresca un poco más, pero no es una gran diferencia.

Enrico me ha dicho que ha quedado con la gerente, Loech, que le pinta un mural en una de las paredes del hostel, en concreto en el muro cuando entras en las habitaciones. No es un pintor profesional pero no se le da mal. Así que Enrico va a estar ocupado todo el día, me dice eso sí, que por la noche ha quedado con una amiga para ir a un concierto de música electrónica, que si quiero ir. No es que sea mi estilo de música, pero puede ser divertido. Le dije que estaría por la tarde sin problema así que ya me dirá el plan completo.

La idea que tengo para hoy es darme una vuelta por la ciudad. Es una ciudad muy fotografiable, y tiene muchos rincones espectaculares. Pero bueno, no os voy a dar la plasta con descripciones, si hay fotos mucho mejor.

Esta foto es del día anterior pero no la subí. I don't know why.



Ya volviendo al hostel:


El caso es que al día siguiente me di una vuelta por la ciudad, de nuevo, pero cámara en mano. Como no podía ser de otra manera, empecé por el barrio chino. Antes de llegar se tiene esta espectacular vista de uno de los eddificios más emblemáticos de la ciudad.


Estaba realmente cerca del hostel, aunque luego las distancias y las dimensiones cambian a pie de calle.


Así son algunas de las farolas. 
Como véis en la foto se pueden apreciar banderas chinas junto con banderas estadounidenses y no hay conflictos al respecto o al menos nadie me comentó nada (tampoco pregnté, me he dado cuenta del detalle ahora, viendo la foto).

Esta es la pinta de una calle de Chinatown.
 Pasar por el barrio chino era inevitable, pero siguiente un poco la Kearny Street, pasas a una zona en la que abundan los locales de striptease, por la noche tienen carteles llamativos, chicas en las puertas que te "invitan" a entrar, y vigilantes con caras de malas pulgas. Por el día tienen este aspecto:


Una de las cosas que me gusta de las ciudades de EEUU es que de vez en cuando te encuentras carteles como estos, que no invitan a entrar, obviamente, pero que tienen su encanto, el cartel.


Me animé a subir una de las colinas de San Francisco, poco a poco, porque hacía calor y había un montón de humedad. Poco a poco la ciudad enseña otras partes, que no siempre se pueden ver.





Un poco más arriba de la colina, se empieza a apreciar que la gene está orgullosa de su calle (no todo el mundo obviamente), pero se empieza a ver que la gente cuida su trozo de calle.



Algunos habían convertido antiguos postes de algo en macetas.



De los pocos "Escarabajos" que vi. Se puede apreciar en la foto el desnivel de las cuestas.



Un poco más arriba se podía apreciar las famosas cuestas de San Francisco, subiendo y bajando. No sé cuantas colinas tiene San Francisco, pero lo que tengo claro es que si vives en una de ellas vas a lucir unas piernas bien bonitas.


Me dirigía, dando vueltas a una torre que se podía ver desde varios puntos de la ciudad y que estaba en lo alto de una de las colinas. En la primera foto de esta entrada la podéis ver al fondo.



La colina tiene una subida muy empinada que invitaba a subirla en coche o en autobús, que había uno que subía y todo. La colina en sus últimos 20 metros está rodeada de vegetación abundante, como se aprecia en la foto anterior, y en esta mucho más.


La carretera forma una espiral hasta llegar a la torre. Ya os he comentado cómo son los americanos (de norteamérica, digo de los estados unidos de norteamérica) para el tema del turisteo. Lo tienen todo bastante bien organizado. Cuando llegas arrriba, hay uno baño que por 1$ te permite liberarte de cargas indeseadas. Si subes a pie, no te van a entrar ganas porque lo habrás sudado.

Por suerte las vistas son realmente bonitas.

Tienen esta forma para que si vas solo, te sientas acompañado, o algo.


Llevaba mi propia agua, pero se agradecía poder reponer un poco.


No me acuerdo de quien es este. 


Me empiezo a repetir en las fotos?
La entrada a la torre es gratuita, y en un espacio mínimo tienen una tienda y todo. Dentro tenían murales bien bonitos, que representaban las diferentes industrias de la ciudad a lo largo del tiempo. 







Curioso que te cobraran como 10$ para subir a la torre. Estoy seguro que la vista es mejor, pero no creo que haya un salto de calidad espectacutar. Si midiera 100 metros más lo mismo sí que sería interesante. No subí.

La bajada por esas cuestas de Dios, no son mucho mejores para las rodillas, pero por suerte te podías encontrar con vistas como esta.


Los americanos tienen coches muy llamativos, pero este color amarillo yema de huevo, resaltaba muy mucho.


 Esta furgoneta no es que fuera discreta...


 Aunque siempre te pueden sorprender unas bonitas flores colgantes.


Una vez que el suelo se pone en horizontal de nuevo, y con mis tripas clamando por algo de comer, me encuentro con un restaurante de hamburguesas, y como no me gustan, y este restaurante dice que ha sido seleccionado por no sé cuántos años como el que tiene las mejores hamburguesas de San Francisco, pues me animo y entro. Pido una hambusguesa especial de la casa o algo así, no llega a la Súper Especial de la Casa del Akela II de Ciudad Lineal, pero estaba realmente bien, así como las patatas y las cervezas. Antes de empezar el banquete, voy al baño y me encuentro con un bidón de dudoso aspecto. Tengo que decir que al baño se entra con llave imposible de robar, de esas que tienen un llavero gigante, y que en líneas generales no inspira mucha confianza, y no quiero entrar en más detalles.


Una vez satisfecha mi hambre (muy bien por cierto, todo estaba riquisímo). Continúo con mi vuelta por los aledaños. Como decía antes me gusta cuando veo un coche realmente antiguo, aunque no sean espectaculares, me gustan. En este caso un Ford Ranchera, bien viejo.


Me dirijo a otra de las colinas, en este caso a una que parece de las más altas. Como siempre doy un poco de vuelta. Al girar la esquina, me encuentro con un montón de gente. un poco más lejos.  WTF!! qué ocurre?


Esta calle ha salido en multitud de películas y series. Así que ahora entiendo el entuasmo.


Sí, la gente hacía estas tonterías.


No sé por qué se ve el pararayos del onjetivo



¿Unas cuestas?


Un bonito tranvia, que no usé.

La clásica casita en el centro.

Desde lo alto de la colina la vista de la bahía es realmente bonita.

El uso es obvio, pero porqué a los bomberos únicamente. Apuesto que es algo histórico.

Una misión reconvertida en escuela de arte.


Cayeron unas gotas, pero la ciudad lucía igual de bien.

Una de las calles cercanas a Chinatown aún conservaba unos pocos locales típicos americanos, mientras alrededor iban apareciendo locales asiáticos.


Este edificio es chulo por el día y chulo por la noche.



Regresé al hostel y Enrico, que estabaa pintando un mural me dice que ha quedado con una amiga para ir por la noche a un concierto de música electrónica, que si me apunto. Sí, claro. La música electrónica no es mi fuerte, pero puede que me sorprenda.

El concierto es tarde, como a las 12 en otro barrio que no pilla nada cerca, pero hemos quedado sobre las 8, para dar una vuelta y cenar y dar otra vuelta. Estupendo tengo tiempo para tomarme una cerveza que dejé ayer.

La amiga de Enrico se llama Elle y es una jóven de 22 años, de origen asiático, muy vital y un poco loca, que me recordó mucho a Helena Scully (un beso loquita) en la forma de ser. Elle viene en coche así que nos llevará al concierto, y de paseo.

Tenemos tiempo, pero los tres coincidimos que tenemos más hambre, así que vamos a una pizzeria italiana recomendada por Elle. Da gusto hablar con ella, nos cuenta muchas historias de San Francisco. Damos un paseo y subimos de nuevo a la torre de esta mañana. Elle, arriba nos confiesa que cuando sube por allí, se sube a los árboles como forma de ejercitarse de una forma más completa.

Al llegar a la torre nos llueve así que nos tenemos que refugiar en la puerta de la torre. Me cuenta que, aparte de por donde hemos venido, hay otra entrada a la torre, y que ahí haay colibríes. Lo anoto mentalmente, para subir en otro momento.

Regresamos al hostel para ir al concierto, vamos invitados. Nos lleva a una zona bastante alejada de donde estamos. Aparcamos y nos lleva a una discoteca bastante grande. A eso de las 12:30 empieza el concierto. En cuanto llegamos, Elle se va a los pies del escenario para disfrutarlo. En media hora ya estoy muy aburrido. Enrico me habia dicho que el concierto mezclaba música con luces y láseres, algo como una experiencia audiovisual o algo así. Media hora después me voy.

Salgo con la firme intención de encontrar un taxi, juso cuando salgo para delante de la puerta un coche negro, tipo berlina tamaño chalet adosado, como las de New York. Pregunto si es un taxi, me dice que sí. Y le pregunto que cuánto me cobra por ir hasta el hostel, me dice que 20. Me parece bien. Llegamos volando, literalmente, y con varios semáforos rojos a nuestras espaldas. El concierto me ha desvelado un poco, así que doy un paseo, por la parte llana. Cuando regreso al hostel, Enrico acaba de llegar. Creo que el paseo ha sido más largo de lo planeado. Hablamos en voz baja, que hay otros huéspedes durmiendo y además no hay puertas.

El concierto les ha encantado y lo han disfrutado mucho. Me alegro.

Buenas noches.


1 comentario:

  1. San Francisco es una ciudad que se disfruta mucho en todos los sentidos, sobre todo si tienes un chingo de primas, primos y tía por ahí!!, sobre todo que disfruten del beisbol, comer hotdogs (buenísimos por cierto) y que te emborraches en un partido de los Giants... y lo mejor, que ganen los Giants!!!

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