Sólo en Seattle y concierto nocturno

¿Alguna ve os habéis levantado como con un agujero en el pecho¿ Uno de esos días en los que sin querer sólo puedes pensar en lo que has hecho y en lo que no¿ Pues uno de esos días, fue lo que me pasó en Seattle.

Este viaje significa mucho para mi, sé lo que he dejado atrás. Pero también es un viaje interior, sobre todo es un viaje interior. Sabía que un día como este llegaría, realmente no lo había imaginado tan duro. Un día de morriña. Pero no fue solo eso. Cuando te das cuenta que estas haciendo lo que realmente quieres hacer, y que sientes que muchas veces has perdido el tiempo y que estabas perdido. Lo realmente fácil que es dejarse llevar por la vida, pero sin vivirla realmente. Y llorar por no haber sido más valiente y atreverme a hacer, a decir, a vivir en definitiva. Y en ese momento darte cuenta de que estás a quince mil kilómetros de tu familia y tus amigos, y que todo es más fácil cuando los tienes cerca.

Pues con esas ganas andaba yo por Seattle tirando fotos a diestro y siniestro, parándome para respirar y tomar aliento y seguir, porque si no sigo en este viaje, no sé que hacer. Y porque este viaje es para avanzar y no quedarme sin ganas de hacer y de sentir.

Sé que me levanté muy pronto, antes que nadie, y salí rápido. Di una vuelta grande por el puerto hasta la estación y luego de vuelta por las calles paralelas a la Segunda. Era una mañana fría, había escarcha en algunos tejados y hielo en algunas zonas del puerto. Cuando digo tirando fotos a diestro y siniestro, me refiero a esto.

Para llegar a esta barandilla me jugué los cuartos por la madera con hielo.

Aún no me había alejado mucho.

Es un gusto siempre poder ver lejos, se veían las montañas, no sé cuáles porque Seattle está rodeado de ellas.
Así se veía el "skyline" de Seattle.

Se ha puesto de moda tener una noria cerca del agua.

Despegue en 3, 2, 1...

Lo bueno de Seattle es que los edificios no son exageradamente grandes, como en Chicago o Nueva York.

Era sábado o domingo, porque no había mucha gente y los parkings, vacíos.

Llegado un momento me interné por la ciudad a ver qué veía. Esta parte de la ciudad es posiblemente la más bonita.

Siempre digo que hay mucha gente, con mucho tiempo libre. Sólo espero que sigan haciendo cosas como esta.

Aquí el café lleva algo especial.

Esta era la parte industrial antigua de la ciudad, con edificios característicos.

Me recordó a Suiza.

Sí, iba derecho al rascacielos.

Así tapan las obras aquí.

Esa pasarela une el viejo edificio de justicia con el nuevo.

¿Morsas en Seattle?¿En una fachada?

Algo era ello, Club Ártico.

Me encanta el contraste de estos edificios.

Ahora se entiende la canción de los YMCA.

Ese  edificio tan bonito es una biblioteca. Hay pasta en Seattle.

Decoración de navidad. Como se sobran.
Es el edificio más alto de Seattle. O eso parece.
Incluso comparando los edificios de oficinas, se notan los más nuevos.



No todo está a "estrenar" en Seattle.

Otro club, y este no recuerdo de qué era.

¿Os he dicho ya que era pronto?

Si tienes un terreno pequeño y quieres hacer algo grande, llegas a esta conclusión.

Un bonito teatro.

Con estas bonitas puertas.

Y este bonito techo.

Desde esta perspectiva parece bien grande.

Ya decía yo que no veía miel en los super... 

Más edificios, vale, parece que me gusta.

Parece que entra mucha gente en estos apartamentos.

En este país, no tienen reparo a la hora de reconstruir, como en España.

 Este tipo de relojes debieron de poblar la ciudad en algún momento, porque no son nuevos.

Parece que ya volvía a estar cerca.

Seguía haciendo frío. No recuerdo si era un homenaje al pueblo chino, o un regalo de la comunidad china a la ciudad.

Algo tienen los coches americanos antiguos.

Sigue al pájaro azul, eso hice.

Este es un barrio de clase media-alta, y estaba subiendo a una colina. 

Las vistas eran bien bonitas *.

Adiós pájaro.
Sobre las tres de la tarde estaba en dirección al Space Noddle. No parecía que hubiera mucha cola, o eso pensaba yo, terminé un sandwich y una botella de agua en la cola. Una hora después estaba arriba, como no quedaba mucho tiempo para que anocheciera hice tiempo para pillar el atardecer. La verdad es que está bonito Seattle desde el Space Noodle.













Ese día descubrí un sitio que de noche sería perfecto para hacer foto nocturna. Lo malo es que está en una colina y no es nada divertido subir. Además el tiempo se ha quedado con el frío del otro día.




Ya de noche, regreso al Hostel, en la recepción hay como mucha gente. Estoy bastante cansado. Se me acerca Megan, una chica que conocí el día de Thanksgiving, y que no había vuelto a ver. Me dice que tiene entradas para ir a ver Brandi Carlile (ni idea) que es una cantante de folk de Seattle que está de gira y que da tres conciertos en Seattle con la Sinfónica de Seattle. ¿Cómo¿ ¿Un concierto gratis de folk con la Sinfónica de Seattle¿ Mi mente no entiende como esta chica aún no ha conseguido a nadie para el concierto. Sí, claro. Dame 15 minutos que me tengo que dar una ducha y vamos. El concierto es a las 8 y son las 7, luego es media hora andando , así que hay tiempo.

Megan me cuenta que ha hablado con más gente pero que nadie se ha animado, mi mente está a punto de implosionar, de verdad? Increíble. Llegamos al Auditorio hablando de música, allí la espera su prima y su novio que tienen entradas en la primera fila del patio. Nosotros tenemos entradas en el último piso, un poco lejos, pero el sonido es excelente. Megan está emocionada porque es una de sus cantantes favoritas.

Empieza el concierto, en principio sólo sale Brandi con dos acompañantes. Ambos guitarras, o eso me lo parece, pero con guitarras diferentes. Son además gemelos. También hacen los coros. Brandi tiene un voz muy peculiar y unos tonos graves que te estremecen, a mi por lo menos.

No lo disfruto tanto como Megan, porque quitando la versión de "Nothing compares to you" el resto no las había escuchado. Tuvo un detalle que me gustó mucho, y fue cantar sin micrófono. Las primeras filas, donde estaba su prima, lo debió de disfrutar mucho. Desde donde estábamos nosotros se oía, pero no se disfrutaba. Alguna de las fotos creo que salió bien. Llevé la camara pequeña.

Estábamos un poco lejos.





De vuelta insistí en invitarle a unas cervezas a Megan porque era lo mínimo. Las tomamos en un bar enfrente del hostel, que resulta que tenían buena música. Los Doors sonaban cuando nos estábamos sentando. Nos tomamos una y nos invitaron a la segunda. Estuvimos charlando hasta que cerraron.

Fue un final de día muy reconfortante.

Ciao.

3 comentarios:

  1. Pero como consigues esas pedazo de fotos??? Tremendas.
    El viaje interior....creo que deberian ponerlo como asignatura obligatoria en todas las universidades :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las fotos... pues haciendo muchas (y un curso que me hice). Y el viaje, pues cada uno lo hace tarde o temprano. Muchas gracias Rocio!!

      Eliminar
  2. Ese agujero en el pecho es la salida de lo que ya no te sirve y a la vez es la entrada a lo que necesitas para ser feliz; con frecuencia nos sienta mal, sin embargo, cuando somos capaces y valientes de explorarlo, las cosas en tu vida se acomodan de forma tan armoniosa, que humildemente terminamos dando las gracias...

    ResponderEliminar